Slow Prison Life Capítulo 2

Dama de la nobleza hace una barricada en la prisión

*CLACK* *CLACK*  El sonido de botas bajando los escalones de piedra resonó en lo alto, y la patrulla encargada de vigilar la mazmorra alzó su cara. Con una antorcha en una mano, un joven fantasmagórico tiraba con la otra mano de una cuerda atada a una chica que caminaba detrás de él.

Después de ser malinterpretado por venir aquí con extrañas intenciones, el joven empezó a gritar órdenes.

"¿Eres el guardia de la prisión?"

" Hah, pero esto es...."

Mientras el guardia inclinaba la cabeza hacia un lado, confundido por lo que podría estar pasando aquí, Sykes quitó la cuerda que había usado para atar las manos de Rachel y la empujó hacia adelante.

"Es una orden directa del príncipe Elliot. Vamos a arrojar a esta mujer al calabozo. Está indeciso cuando la dejarán salir... depende de lo bien que ella reflexione."

"Hah...."

Sykes frunció el ceño ante las nebulosas respuestas que estaba recibiendo del guardia.

"¿Qué pasa?"

"Hah... de hecho, esto es, la prisión...."

Sykes miró hacia atrás, más allá del guardia, cansado de sus respuestas torpes... y vio que el calabozo se había convertido en un almacén.

"¿Qué es esto?"

La inesperada visión hizo que Sykes gritara. Un número de cajas de madera de varios tamaños fueron apiladas en lo alto, empujadas en una esquina de la celda. Había algunas pilas que llegaban hasta el techo.

"En realidad... un número de oficiales vinieron aquí más temprano hoy, y siguieron trayendo más y más de estas cosas diciendo que iban a mantenerlas aquí temporalmente."

Sykes miró cada una de las cajas desde lejos, observándolas sospechosamente.

"No hemos usado el calabozo del palacio en mucho tiempo, así que probablemente no sea nada. Probablemente nunca esperaron que tuviera que ser usado esa misma noche..."

El guardia no tenía ni idea de lo que había en todas esas cajas, pero estaban ocupando la celda.

"¿Por qué este lugar fue elegido al azar para actuar como almacén...?"

"No lo sé. Esta es la primera vez que algo así sucede... pero como nunca usamos este lugar, no había razón para que les dijera que no..."

Se habían entregado varios documentos de funcionarios públicos en los que se exigía que esas cajas se almacenaran en condiciones de seguridad... Sykes chasqueó su lengua por el momento horrible, pero cuando volvió a mirar, vio que la parte delantera de la celda donde estaban el baño y la entrada estaban abiertos.

Había suficiente espacio para que Rachel se acostara también.

"No tenemos elección, sólo quédate en esta mitad de la celda. Y ni una palabra de protesta. Sólo agradece que no tengas un compañero criminal contigo también"

"Entendido"

Rachel asintió en silencio, así que Sykes movió la barbilla hacia la puerta de la celda. Una llave secreta hace un *CLICK* suave cuando la puerta se abre y luego un largo *SQUEEK* llena todo el sótano cuando se abre.

Conociendo las circunstancias de los hombres y mujeres que habían entrado antes en estas paredes, una sonrisa despreciativa finalmente irrumpió en el comportamiento escrutador del caballero capitán.

"Heheheh, probablemente es un lugar bastante espeluznante para la hija de un noble.... bueno, si vives en el capitolio. Después de una semana estoy seguro de que te acostumbrarás y empezarás a pensar en ella como en una posada inusual.... Bueno, supongo que no tienes ni idea de cuántos años vas a estar aquí". 

Rachel se quedó callada mientras entraba en su nuevo hogar mientras el caballero capitán seguía lanzando amenazas y reclamaciones a su espalda.

Después de entrar, las puertas de la celda se cerraron inmediatamente detrás de ella, aún sonando mientras sus captores deslizaban la llave hacia adentro y cerraban la puerta.

Mirando a esta chica tranquila que se había sentado en el frío suelo de piedra, una desagradable sonrisa apareció en la cara de Sykes.

"Si quieres empezar a llorar o a odiar al gran yo, recuerda que todo esto se debe a tus acciones. De todos modos, no hemos usado este calabozo en mucho tiempo. La ubicación también es mala, lo siento si olvidamos que estás aquí".

Sykes una vez más comenzó a reírse de su propio insulto.

"Ja, ja, ja, ja... Su Alteza pronto te olvidará mientras se divierte con Miss Margaret. Antes de que olvidemos que te pusimos en esta prisión, te sugiero que bajes la cabeza".

La hija del duque vio a Sykes y al guardia de la prisión fruncir el ceño mientras los dos le daban la espalda. Debían dejar a esta noble mujer sola... era como se suponía que debía ser.

Sykes y el guardia de la prisión comenzaron a subir las escaleras, y en ese momento

"¿Crash?"

Los dos hombres se dieron la vuelta cuando empezaron a oír ruidos extraños.

Lo que vieron fue a Rachel, retorciendo una pesada cadena de hierro alrededor de los barrotes de su celda y el marco de la puerta y usando un pesado candado para cerrarla.

Este fue el momento en que comenzó el contraataque de Rachel.

"¿Eh?"

"¡¿Qué?!"

Viendo las acciones inesperadas de la joven noble, Sykes y el guardia de la prisión corrieron de vuelta a la puerta de la celda.

Pero Rachel ya la había cerrado con llave.

"Hey, ¿qué es esto?"

Los hombres intentaron abrir la puerta con todas sus fuerzas, *CHING* *CHING* *CHING* pero la puerta sólo hacía un pequeño ruido cuando el borde de la puerta golpeaba las cadenas que la cerraban. Al final, no pudieron abrirlo lo suficiente como para meter ni un dedo.

Rachel los vio desde dentro de su celda.

"No es nada. Lo cerré con llave por mi propia seguridad"

"Es una prisión, ¿aquí? ¡Es extraño que el prisionero esté cerrando la puerta!"

Rachel habló calmada y fríamente mientras la cara de Sykes se ponía roja por sus gritos.

"Soy una hermosa mujer soltera. Sería insoportable que me pasara lo peor. Es un punto de trama en muchas historias para que los guardias se cuelen en las mazmorras donde sus jefes no pueden vigilarlos".

"Tu pensaste, ¿¡eso es inaudito aquí!? ¿¡Y de dónde salieron esta cadena y esta cerradura?"

"Es un producto para mi propia conveniencia."

Rachel no cedió ni un ápice, sin importar lo que se le gritara, mientras que Sykes y el guardia de la prisión se quedaron sin palabras. Se suponía que debía estar encerrada en una prisión, pero estaba empezando a tomar la forma de un fuerte para encerrarse.

"¿Qué hacemos....?"

El guardia de la prisión habló estupefacto, y después de un momento, Sykes contestó a regañadientes.

"Nos reportaremos con Su Alteza por ahora... y, y nos apegaremos a lo que él decida...."

Así que el jefe de los caballeros de todo el castillo abandonó el calabozo y lentamente comenzó a arrastrar sus pies de vuelta al lugar de la fiesta.